Edna Jaime digiere, hasta donde puede en el espacio de una columna de opinión, algunos de los resultados de la Encuesta de Salud y Nutrición 2021 (Ensanut). Hablan los números, y lo que pintan es más que un escenario complicado; es la gestación de una tormenta perfecta en el sector salud. Sus elementos: la pandemia con toda su inclemencia, la transición fallida del sistema de salud para atender a la población abierta y la compra de medicamentos y una serie de recortes presupuestales muy marcados. Un drama está como telón de fondo de los números: este país no hizo nada para proteger a los más vulnerables durante la crisis por covid-19. Al contrario, los desprotegió aún más. Y todo esto, ¿a cambio de qué? Pasen y lean.
“Se ha desatendido a la salud porque existen otras prioridades. Que lo sepa quien padece una enfermedad crónica: el dinero que debió dirigirse a atender su enfermedad en un hospital público, se destinó a una chimenea contaminante en Tabasco.”
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