Subir por una escalera imaginaria para alcanzar el reconocimiento
y ser valorada íntegramente como cualquier otro ser humano,
poder llegar a ese techo de cristal
que por más que luchamos no hay manera de romper,
luchar a manos llenas para plantar la simiente y seguir las huellas de ellas.
Mujeres todas a una, con voces diversas pero conscientes,
de saber que el trabajo que en cualquier lugar desempeñamos será reconocido, tenido en cuenta y respetado, abramos nuevos caminos para futuras generaciones,
demostremos con hechos y escritos aquello que nos ha costado conseguir,
las leyes, normas y valores
que ponen en consideración el papel insustituible de la mujer
en esta obsoleta sociedad, dónde a veces nos dan de lado aunque detrás solemos estar. Que nuestra voz sea escuchada por todo el mundo a su alrededor.
Poesía:
Encarna Gomez.
Voluntaria de La Font de la Figuera
Voluntarias: Rocío Sanchís y Loll Sanz.
Fotografía y diseño: Voluntario Iván Moreno
Grupo del Voluntariado UDP La Font de la Figuera
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